Antediluvian / Heresiarch: Defleshing the Serpent Infinity

Menudo split se han cascado los neozelandeses Heresiarch y los canadienses Antediluvian. Lo cierto es que me deja una sensación agridulce, ya que la presentación del formato seleccionado me parece que no justifica la escasa duración del mismo.

Siendo uno de los referentes más recientes salidos de nuestras antípodas y con buen ojo y criterio por parte de Dark Descent para ficharles, Heresiarch hacen un Death/Black en la órbita del War Metal; violento y directísimo para esos días de autodestrucción completa. "Lupine Epoch" y "Excarnation", sumando entre los dos seis minutos escasos presentan a unos Heresiarch más refinados en cuanto a producción, bordeando un parecido razonable de la época tardía de sus compatriotas Diocletian. Si la primera canción a modo de apertura sirve como una cuchillada penetrante, "Excarnation" con algo más de variación en su estructura y que transciende de la simple agresión sónica. Cierran su lado del split con un tercer corte, que bajo el nombre de "No Sanctuary" presentan un paisaje musical de ambient ritualistico-marcial muy bien elaborado para gente tan ajena a este subgénero tan oculto y que tan buena música suele ofrecer.

La cara B viene de la mano del que sea quizás uno de los grupos más densos y capaces de abrir agujeros más negros que el carbón con su música. "Slipstream Of Leviathan’s Wake" es un corte de pesadilla, caótico e impredecible bajo el manto del sonido desgarrado, oscuro y apagado de Antediluvian. Con tan solo cuatro minutos de duración, Antediluvian siguen consiguiendo que su música parezca durar una eternidad; estas palabras van con todo el mal sentido del mundo, ya que la ansiedad, agonía y estrés que generan los convierte en una experiencia muy incómoda. Experiencia que se amplifica cuando los ves en directo y vives esa masa negra, viscosa y lenta volcada sobre tu cabeza a un volumen estruendoso. Cierran el split con "Prelude", otra pista de Ambient, pero en este caso lo afrontan desde un punto de vista más experimental, sin una narrativa clara más lejos que presentar una visión catastrofista, quizás pretendiendo recrear el sonido primigenio del mundo antediluviano cuando los montes se erigían hacia el cielo y los continentes se separaban.

En conclusión, fue un split muy esperado por mí cuando lo vi anunciado y del que esperaba algo más de duración. No obstante, por supuesto que me ha gustado mucho y solo sirve para quedarme a media paja esperando más material.